Consuma pequeñas raciones de comida en diferentes momentos a lo largo del día, en lugar de tres comidas abundantes.

Consuma la comida más abundante cuando tenga más hambre, independientemente de la hora del día.

Coma cada algunas horas y no espere a sentir hambre.

Trate de comer alimentos con alto contenido de calorías y proteínas en cada comida y en cada aperitivo.

Beba la mayor parte de los líquidos entre las comidas en lugar de hacerlo con las comidas; beber líquido con las comidas puede hacerle sentir demasiado lleno.

Coma queso con pan tostado o con galletas saladas.

Añada queso a las verduras y la pasta.

Prepare huevos duros y consérvelos en el refrigerador para agregarlos a ensaladas, sopas o verduras, o para preparar una ensalada rápida de huevo.

Derrita mantequilla sobre papa, arroz, pasta y verduras cocidas.

Añada mantequilla derretida a sopas y guisos, y úntela sobre el pan antes de agregar el resto de los ingredientes a su sándwich.

Coma los pasteles con helado.

Use mantequilla de cacahuate para agregar a los batidos o la avena, o para untar.